martes, 20 de diciembre de 2011

Jabalcuz

Jabalcuz

Esa cumbre que ven al fondo es uno de los símbolos de mi niñez, algo así como el límite del mundo, más allá de ella se abrían abismos insondables repletos de atroces criaturas. Vaya si era cierto, eran los precipicios que separan una infancia feliz de la de un adulto con responsabilidades. No dramatizo pues la presencia de esa montaña, su mera visión me relaja y me transporta a esa época que forjó el mundo de fantasías del que aún me nutro.

Nunca la ascendí, nunca hollé su cima. Jabalcuz, amiga mía, creo va siendo hora de visitar tu cima.